sábado, 15 de agosto de 2009

Caminos que jamas se han de cruzar...


Una hermosa mañana de sabado despues de un largo y completo dia de trabajo, 24 horas sin hacer otra cosa que vigilar, hablar, pensar, meditar y un corto pero cansado etc. de cosas. Pero en entre mis horas como siempre antes de dormir medito sobre algo, algunas veces me entretengo y le doy vueltas al tema, otras simplemente son una sucesión de ideas y sentimientos que dejo fluir, por desgracia nunca suelo ponerlas por escrito y a la mañana siguiente mi musa o mi inspiración se ha marchado o quiza mi cerebro entierre en los mas oscuros recovecos los extraños pensamientos que cada noche tengo ya que a la mañana siguiente las preocupaciones se han retirado para comenzar un maravilloso y radiante dia. Pero hoy sin embargo al dormir poco y juntar el trabajo he llegado a la conclusión de que mi vida es un caos, tanto que se ha vuelto casi ajena a mi ser, demasiadas cosas han pasado demasiado rapido tanto que aun estoy intentando coser los retazos de las experiencias para sacar buenas cosas en claro, que las hay como en toda experiencia.

Lo que me quita el sueño, me invoca a llamar a mis queridos demonios que habitan bajo mi cama es el haber cruzado una linea, linea prohibida donde la mente y el cuerpo quieren cosas absolutamente distintas, cuando incluso hasta la mente desea lo mismo que el cuerpo y solo la fuerza de voluntad y unos ferreos principios mantiene mi compostura. Desde hace meses vivo la lucha del desear y no deber, todos los humanos imagino que se veran en ese tipo de tesituras. Y es que cuando se mezclan, amistad, sexo, sentimientos protectores y una extraña necesidad de satisfacer a alguien en todo lo que se pueda acaba pasando factura a la mente y a la vida de uno mismo. Es complicado de explicar todo el remolino de sentimientos, vivencias unidas para acabar en todo esto y por ende seria harto largo escribir todo aqui, solo se y por lo que he podido comprobar en mis propias carnes que hay lineas que no se deben de cruzar al menos no sin previo aviso de las consecuencias.

Sin embargo no me arrepiento de nada , es mas lo volveria a hacer una y mil veces si fuera necesario. Dicen que los humanos tropezamos dos veces en la misma piedra, yo aporto mi granito de arena y digo que tropezaremos no dos; sino todas las que se nos presentaran ante nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario