viernes, 6 de noviembre de 2009

Perdido entre sus dulces manos


Entre sus manos aterciopeladas me abandone dejando mi mente flotar, relajando mi cuerpo. Mi alma descansaba al fin. No habia preocupaciones, no habia lugar alguno, la gente no existia a mi alrededor solo estaban sus manos, su respiracion lenta y acompasada, sus dulces, tiernas y agradables caricias. Ternura de un cariƱo casi maternal.Abandonado entre sus brazos no pude mas que desear una eternidad de tormentos por ese momento de paz y tranquilidad. Todo habia cesado, todos los demonios expulsados, los gritos desgarrados de un alma hecha girones se habian acallado, mi mente ahora clara y sin preocupaciones no podia sino pensar y almacenar cada segundo, cada instante para guardarlos para todar la eternidad. No podia ciertamente pedir nada mas a la vida en esos momentos, quizas y solo quizas que perduraran para siempre en el tiempo.

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